“La energía eólica es una industria que combate la recesión. Y de hecho la está contrarrestando, proporcionando cada año un incremento de la actividad económica y un mayor número de puestos de trabajo y volumen de exportaciones a una UE inmersa en la lucha contra una crisis económica que se ve intensificada por las crecientes importaciones de combustibles fósiles con unos costes cada vez mayores para los ciudadanos europeos”, ha afirmado Arthouros Zervos, presidente de EWEA (Eurpean Wind energy association)
En España, la eólica aportó directa e indirectamente 2.984 millones de euros al PIB en 2010, con un peso del 0,28%, y da trabajo a más de 30.000 personas. Por lo tanto, deberíamos estudiar cómo establecer un nuevo mix energético y establecer un consenso sobre la necesidad de cambiar el modelo energético actual. Digo esto porque nos deberíamos dar cuenta de la importancia de esta energía, no sólo en nuestro país, sino de manera global. La importancia de la energía eólica que procede de España es muy buena.
Este tipo de energías deben formar parte del cambio energético, con implicaciones, tanto positivas como negativas. Evaluar el potencial de cualquier fuente energética (en nuestro caso la eólica), exige partir de las principales carencias del sector energético español para así poder establecer los criterios en que debería basarse los políticos para elaborar un nuevo mix energético, teniendo en cuenta las características de esa fuente. El actual modelo energético es, insostenible,sobre todo porque nos encontraremos con la desaparición de los recursos fósiles. Por lo tanto ¿deberíamos tener en consideración únicamente algunos de los factores o es necesario considerarlos todos de forma simultánea?
La respuesta es muy clara: debemos considerar los tres elementos; medio ambiente, seguridad en el suministro y coste.
