La fractura hidráulica o fracking consiste en inyectar agua con arena, como ya hemos mencionado en otras ocasiones. La finalidad del fracking consiste en la fisuración o disolución de la roca (por eso se le llama gas pizarra, pizarra por el tipo de la roca).
Esta técnica podría contaminar el terreno o los acuíferos subterráneos. De hecho se comenta que ya lo ha hecho.
Pero ahora, surge el Fracking sin agua, es decir, la nueva fracturación sin el uso de agua. Esto puede llegar a tener un impacto ambiental reducido. Es decir, el gas natural que se encuentra atrapado en las formaciones de la roca pizarra, que últimamente se consideraba ya poco económica, ya no lo sería.
Ahora bien, la fracturación hidráulica genera contaminación aérea y el escape del gas natural saca al metano (bastante más efectivo que el CO2) a la atmósfera. Hasta ahora una de las mayores críticas generales era la necesidad que había por el uso del agua, y por la utilización de productos químicos (patentados) imposibles de saber. Además, el uso del fracking requiere una inyección muy fuerte de agua que ocasiona la salida del agua fuera, contaminando ríos que hace que beber ese tipo de agua no sea conveniente.
La contaminación del agua ha hecho que este proceso sea controvertido. Mientras que las empresas dedicadas a ello dicen que el proceso es bueno y no contaminante, otros dicen que no, que sí que es peligroso (nos podemos acordar de la película-documental Gasland).
Ahora sin el uso del agua, podremos decir, ¿es tan contaminante el proceso sin el uso del agua?.
Los precios del gas natural han bajado mucho, tanto que, realizar una fracturación, tanto hidráulica como no hidráulica, pueda llegar a ser demasiado cara. Por ello, los responsables han dicho que tienen una nueva tecnología para la fracturación y sin agua, claro está.
El no uso del agua tiene dos ventajas importantes:
1. La conservación del agua, porque ya no se utiliza
2. La no contaminación del agua
Ahora tendremos que esperar a ver cómo es el nuevo proceso y si es real.
