En un post anterior se mencionó que los gobiernos desempeñan y desempeñarán un papel fundamental en la consolidación de las tecnologías de almacenamiento energético; en aquella se mencionó la importancia del papel regulador del gobierno y que estos deberían ir determinando reglas claras de juego bajo las cuales se encontrarían los actores. Pero, otra manera en la que tienen los gobiernos de incentivar el sector es por medio del financiamiento de la I+D necesaria para conseguir una tecnología viable económica y técnicamente.
Gracias a estas políticas de apoyo, algunos países se han destacado como actores importantes en la generación de energías renovables, especialmente solar y eólica, y dentro de estos se resaltan España y Alemania. Pero este último país ha determinado especializarse aún más y ha lanzado una nueva política de incentivos monetarios para el apoyo a la I+D en tecnologías de almacenamiento energético, ya que los alemanes son conscientes de que las energías renovables nunca serán una opción real en el mercado energético, a no ser que se desarrollen tecnologías de almacenamiento que permitan reducir la incertidumbre, y el costo asociado a esta, que caracterizan a las energías renovables.
Con este objetivo en mente, el gobierno alemán ha determinado que invertirá € 200 millones de euros, anuales, en tan solo el patrocinio de las investigaciones de nuevas tecnologías de almacenamiento energético. Además, esta inversión no estará enfocada en patrocinar unas tecnologías en especifico, ya que el gobierno es consciente de las limitaciones que cada de ellas posee y que por ello es mejor tener un portafolio amplio de opciones, para así dar mayor libertad a los productores para actuar en libre competencia para las mejores opciones. Con ello, Alemania pretende darle viabilidad a su proyecto de ser la primera nación fuertemente industrial en que su consumo energético dependa en más del 30% en energías renovables.
Este ejemplo debe ser tenido en cuenta para la definición de futuras políticas energéticas en España. Este país lleva un buen tiempo invirtiendo en energías renovables y gracias a ello ha logrado tener reconocimiento internacional, siendo este tipo de energías parte tradicional de su política renovable, y de hecho se plantea que debe continuar siendo un elemento estratégico hacia el futuro. Por esta razón, España no se puede quedar atrás en el asunto del almacenamiento energético, sino que debe entrar dentro de las definiciones políticas hacia el futuro de la energía, no hay que olvidar que para 2020 las energías renovables deberán pesar al menos un 20% del total, y además se busca reducir dependencia.
