Ha aparecido un nuevo proyecto para la gestión de la energía solar de Europa que provenga de los desiertos de África del Norte, es el Proyecto MENA.
Expertos de muchos países se han reunido en Arabia Saudí la semana pasada para hablar de energías renovables, incluyendo un gran proyecto de redes inteligentes que incluya la energía solar de África del Norte y que llegue a Europa.
Desertec Industrial Initiative (DII) es una iniciativa que llegó en 2009 y que ha juntado a 56 compañías, incluyendo a grupos alemanes o franceses. Este proyecto investiga la manera de crear una red inteligente que lleve energía térmica y fotovoltaica en distintos parques que se encuentren en el norte de África ,así como turbinas eólicas que se establezcan en el mediterráneo y que conecten a la Europa más continental con países de la zona MENA utilizando cables de alta tensión (El proyecto, en inglés).
¿Qué es una zona MENA?
La zona MENA es el nuevo El Dorado para el desarrollo de la energía solar. El Norte de África y Oriente próximo se están consolidando como las zonas con mayor potencial para el desarrollo de la energía solar en el mundo.
Los kilómetros y kilómetros donde el recurso solar es tan elevado permitiría, con solo una parte del desierto de la zona del norte de África, suministrar la energía térmica equivalente a la producción petrolera de todo Oriente Próximo. La zona MENA está despertando a las energías renovables y su potencial está atrayendo, a su vez, la atención de empresarios e inversores.
Una de las principales ventajas en todos los países de la región, pese a que cada uno presenta mercados diferentes, es que los picos de la demanda eléctrica, al mediodía y al atardecer, coinciden con las horas de mayor radiación solar. Una característica que, advirtió el director de operaciones de Masdar PV, Matthias Peschke, es de gran interés para la tecnología híbrida. El país con mejores ganas para ello es Alemania y muchos países europeos consideran que es una alternativa para su abastecimiento de energía.
Además, Marruecos importa más del 95% de su consumo, o Jordania. Estos dos países tienen una fuerte dependencia del exterior, por lo que este proyecto (desarrolla energía alternativa) mitigaría la situación.
En el caso de Jordania, donde Mena Cleantech cuenta con la planta termosolar Joan 1, con capacidad de 100 MW, hace que sea un país singular en la zona, ya que tiene una ley que regula el sector de las renovables, lo que ofrece certidumbre jurídica a los inversores. Además todas las empresas pueden negociar directamente con el gobierno, que fija un tope para los proyectos. Estos, a su vez tienen que determinar en las propuestas unos precios fijos para la electricidad. Asimismo, se ha creado un fondo nacional para apoyar el desarrollo de proyectos al que pueden acceder empresas e inversores privados. En este caso, que no haya subsidios significa también que los inversores no se llevarán sorpresas de última hora, como ha ocurrido recientemente con el nuevo decreto español. “No hay un sistema de apoyo porque no se necesita. Si hay un buen proyecto, es perfectamente rentable sin necesidad de que haya subsidios”.
Otros países, como Arabia Saudí, ven la opción de las energías renovables como un recurso para no utilizar el consumo propio del petróleo que producen y que puede ser destinado exclusivamente para exportación a precios mayores. Si bien actualmente el precio de producir energía con combustibles fósiles para estos países es barato, en muchas regiones no es el coste real, mientras que la energía solar está logrando bajar sus precios.
En 2012, señaló Peschke, el coste de producir energía fotovoltaica en la zona es de 12 centavos por kWh, pero para 2020 esta cifra se reducirá a la mitad, mientras que en algunas áreas ya se ha llegado a la paridad de precio con los combustibles fósiles.
