Ha sido reconocido ampliamente los beneficios que las tecnologías de almacenamiento distribuido de energía le traerían a la sociedad, si fueran implementados. No obstante, para que esto pueda ocurrir, la tecnología ha de ser difundida entre los hogares, para que por medio de la gran escala los beneficios puedan ser sentidos en las comunidades. Esto implica que grandes esfuerzo de mercadeo han de ser realizados por parte de las empresas productoras, o el Estado en su defecto, para generar la demanda; actualmente, la estrategia de las empresas se ha concentrado en dos esquemas: vender directamente al consumidor es una, y la otra es utilizar a las compañías eléctricas como intermediarios.
Sin embargo, un estudio reciente analiza los problemas que tienen este tipo de estrategias de mercadeo. En primer lugar, los consumidores no tienen confianza ni son capaces de percibir los beneficios financieros que les traería la instalación de tecnologías de almacenamiento en sus hogares. No conocen bien la tecnología y por ello no tienen la seguridad de que va a funcionar plenamente en el largo plazo, y como son aversos al riesgo, prefieren mantener latecnología actual; por otro lado, como la inversión necesaria en la tecnología es relativamente alta y los beneficios se obtienen en el tiempo, los consumidores sienten que no es una inversión rentable para ellos por lo que no incorporan la tecnología.
- Tomado de http://automatizat.wordpress.com/
En segundo lugar, la estrategia de hablar con las compañías eléctricas consiste en que estas se encargan de vender la tecnología de almacenamiento al consumidor, aprovechando las relaciones de confianza ya existentes entre ellos; pero esta estrategia no ha resultado tan eficiente para las empresas de almacenamiento. La razón es que aquellas tampoco sienten confianza con los potenciales beneficios que las tecnologías de almacenamiento les podrían traer a los consumidores, además de que tampoco están seguras sobre la capacidad de la tecnología en regular el consumo energético en las horas pico y en las horas valle.
De lo anterior se percibe que las compañías de almacenamiento deben incurrir en costos de educación sobre los beneficios de sus tecnologías, antes de empezar los procesos de mercadeo y venta propiamente dicho. Esto es, necesitan hacer campañas masivas, quizá en alianza con el Estado, para que los consumidores y/o empresas conozcan los beneficios globales que el almacenamiento permite, antes de empezar a mostrar los beneficios específicos de cada tecnología, que se haría ya en el proceso de venta.
