Hace un año y un mes comenzábamos esta aventura que nos ha llevado hasta el día de hoy de la mano de la inteligencia competitiva. Desde mi perspectiva ha sido un año muy provechoso, hemos logrado formarnos profundamente en los entresijos de la inteligencia gracias a grandes profesionales del medio y además hemos podido desarrollar nuestras capacidades en dicha materia de una forma envidiable.
Las circunstancias han hecho que se corte el vuelo de un proyecto muy atractivo desde muchos puntos de vista y extensible a multitud de facetas. La vida está llena de ciclos que han de ir cerrándose, lo inteligente es saber quedarse con lo positivo de cada uno de ellos y saber agradecer lo aprendido.
La inteligencia competitiva no acaba aquí, ya sea en otras circunstancias o en otro lugar, esperamos y deseamos que las empresas españolas sepan adaptar estos conceptos a su entorno, así como que las comunidades autónomas potencien la inteligencia territorial, o se creen los clústers de empresas de una manera eficaz para apoyar a las pymes y a los autónomos. Se creen puestos de trabajo y se consiga vislumbrar la luz al final del túnel. En fin, ojalá que se logre ver la utilidad de aplicar una gestión eficiente de recursos, porque somos capaces de mucho si nos lo proponemos.
Personalmente no olvidaré este año por nada del mundo, he conocido a personas muy ejemplarizantes y he aprendido mucho sobre técnicas hasta ahora desconocidas para mi. Sólo agradecer la confianza de la Cátedra de Iberdrola, de Iberdrola y de la Universidad de Salamanca.
Espero y deseo que todo vaya muy bien a partir de ahora.
Un abrazo a todos los lectores.
