La semana pasada hablamos sobre las predicciones de los expertos sobre las Smart Grids, sin embargo únicamente mencionamos los dispositivos de una forma superficial.
Obviamente la revolución de las redes inteligentes ha de venir acompañada de nuevas normativas y de un profundo cambio en el modelo de negocio. No obstante, los fabricantes de dispositivos pueden encontrarse en un callejón sin salida con altos precios, altas expectativas y beneficios bajos. Para poder entender mejor esta idea es conveniente leer el siguiente artículo de Jesse Berst.
Uno de los motivos de esta conclusión es la visión errónea de ciertos jefes ejecutivos que se preguntan ¿cómo puede sobrevivir mi aplicación en el mercado? en lugar de ¿cómo puede prosperar en el mercado?. Para comprender este error, el siguiente artículo presenta las directrices que se están siguiendo y que frenan el empuje de las redes inteligentes.
Los dispositivos se pueden presentar como partes meramente técnicas o valores añadidos para destacar entre el resto. Estos dispositivos han de aunar dos objetivos, satisfacer las necesidades de los clientes y por otra parte servir como infraestructura de base para una mejor distribución energética. ¿Cuál será la evolución de estos dispositivos? Los expertos prevén tres fases de desarrollo (Experimentación>Consolidación>Expansión).
¿En qué quedará todo? Únicamente nos queda esperar y observar. Poco a poco iremos vislumbrando si realmente se impondrán los dispositivos, cuales lo harán y cómo.
